TECHO – SUEÑOS QUE SE HACEN REALIDAD
Además de hacer una contribución importante a la sociedad, los chicos de Techo hace tiempo vienen desarrollando lazos con la comunidad educativa, tratando de que muchos más sean llamados por la vocación de servicio y colaboren. Con este objetivo, Techo desarrolla un programa para escuelas secundarias. Charlamos con Gastón de Rochebouët (26), quien nos acerca […]
Además de hacer una contribución importante a la sociedad, los chicos de Techo hace tiempo vienen desarrollando lazos con la comunidad educativa, tratando de que muchos más sean llamados por la vocación de servicio y colaboren. Con este objetivo, Techo desarrolla un programa para escuelas secundarias. Charlamos con Gastón de Rochebouët (26), quien nos acerca su experiencia, su balance y sus expectativas para los jóvenes que vendrán.
¿Cómo llegaste a TECHO?
Cuando estaba cursando Ingeniería Industrial en el ITBA, vi un cartel en el facultad y me animé a ir a una construcción en 2007. Me impactó muchísimo y generé un vínculo muy fuerte con una familia, por lo que decidí convertirme en voluntario. Mientras tanto, me recibí en la carrera y estuve trabajando muy brevemente en consultoría. Pero cada vez me comprometía más con esto y en 2011, cuando salió una oferta para trabajar full, me quedé. La gente siempre me dice: “¿Cómo pasás de ser ingeniero a trabajar ahí?”. Pero la realidad es que la carrera es aplicable en todos lados y más en lo que tiene que ver con el aporte social.
¿Cuáles son las herramientas que tienen para acercarse a la gente joven?
Estamos con el Programa Secundarios. Tenemos en claro que la formación básica de toda persona, tanto en el colegio como en una universidad, tiene que apuntar a que descubran cómo la profesión que elijan puede ayudar al mundo que los rodea y entender mejor el contexto. Saber que independientemente de lo que estudies, existen muchas dificultades para que las personas puedan acceder a sus derechos. Para los colegios, proponemos el fin de semana para ir a construir. Son dos o tres días para armar una vivienda de emergencia y conocer las familias. Los chicos van a un asentamiento donde no hay servicios básicos y se padecen muchos problemas ambientales, y eso les genera un impacto. Lo que vivís, te mueve una fibra especial y te hace dar cuenta que las decisiones que uno tome en su vida, tanto qué va a estudiar como de qué vas a trabajar, también tienen que poseer ese contenido social. De todas las construcciones uno se vuelve impactado, siempre se generan cosas profundas. El año pasado tuvimos una experiencia muy buena. Vinieron chicos de colegios privados y se juntaron con chicos del barrio San Blas de San Miguel que venían con su propio proyecto para mapear los problemas de su barrio. Al principio, todos se miraban de reojo… “Che, este se viste diferente”, “Che, este me mira raro”… había una tensión. Pero después del día de construcción, eso desapareció. Se logró generar un vínculo y romper los prejuicios de todos lados.
¿Cómo se ve desde Techo el contexto de CABA y cuáles son las diferencias con otras regiones del país?
En Capital Federal y el conurbano, como en las grandes ciudades, se multiplican los problemas urbanos y ambientales. No obstante, el acceso a la vivienda digna y a la tierra es un problema muy complejo que atraviesa muchos factores y afecta a todas las zonas del país. Actualmente, muchas veces ni siquiera es un problema de ingresos de la gente, porque tienen trabajo, pero viven en un asentamiento. Y sucede algo más, que nosotros lo vemos claramente: en las grandes ciudades el contraste se nota mucho y eso genera desigualdad en todos los aspectos. Es lo que termina desgarrando el tejido social… ver una parte de una ciudad rica y otra parte pobre. Esa sensación de dolor se experimenta de otra forma en el caso de la pobreza rural. Para mí, la desigualdad es el gran tema de este siglo y tiene que estar en agenda. En el Colegio Esclavas estamos dando un curso de Desigualdad y Pobreza como una materia incluida en la currícula, y vemos a los pensadores que tratan este tema con un enfoque multidimensional.
En función de esto, ¿trabajar de forma multidisciplinaria es la apuesta de los jóvenes para las carreras del futuro?
El único requisito para la construcción es tener ganas. Se conforman equipos muy variados y funcionan muy bien. Y funciona muy bien porque te mueve algo más. Abordar los problemas sociales desde una sola disciplina es muy difícil, y recién ahora se están percatando de eso. Necesitamos muchos profesionales distintos que estén implicados en esta problemática para hacer un espacio multidisciplinario. En el caso de Techo, me encanta que estén participando gente de todas las carreras. Para mí es el camino, y los chicos que están terminando el secundario lo saben. Todos tenemos que ayudarnos a conocer el entorno en que vivimos y generar vínculos. Seguro que si le pregunto a alguien si quiere conocer otra situación y aprender, me va a decir que sí. Esa experiencia luego puede ayudarle a descubrir qué le gusta y cómo quiere ayudar. La experiencia en Techo puede ser un paso para otra cosa, no necesariamente acá. En todos los colegios y universidades también tendría que existir una materia obligatoria de voluntariado, para que los chicos puedan tener la experiencia y saber el contexto que los rodea. No vivimos cada uno en su mundo de ingeniero o sociólogo; vivimos en una sociedad donde la construimos entre todos. Y si hay un problema, cada uno puede aportar algo. Mi colegio era muy bueno a nivel académico, pero no les interesaba la parte social. Y cuando hice mi experiencia en Techo, me golpeó mucho porque de chico no había vivido nada. Igual mi carrera no la hubiera cambiado, pero lo que sí modificó fue mi perspectiva y lo que quiero hacer de mi vida y aportar a la sociedad. Cuando vengo acá, siento que no estoy trabajando, sino disfrutando de hacer algo que vale la pena y me motiva. Siento que no es un trabajo, por más que esté 12 horas y venga los fines de semana. Es una causa que va más allá. Es en la práctica donde el sentimiento por el servicio hace que te sientas pleno.
LOGROS
- 4133 alumnos de colegios de Buenos Aires participaron de las construcciones
- 100 instituciones educativas trabajaron con Techo
- Scholas, la Red Mundial de Escuelas para el Encuentro impulsada por el papa Francisco en 2013, promueve y apoya el Programa Secundarios de Techo ya que este coincide con los valores que promueve la red: educación generadora de una sociedad sin excluidos, encuentro con el otro desde una perspectiva trascendente, respeto a la diversidad, participación, cooperación y conciencia ambiental.
www.scholasoccurrentes.org
EL PROGRAMA
Está enfocado en la construcción de viviendas de emergencia principalmente. Se busca promover el trabajo de voluntariado entre jóvenes que están terminando el colegio secundario ya que se encuentran en una etapa fundamental de la formación de su persona. La propuesta es que el colegio se involucre en un trabajo conjunto con las familias, tanto en el proceso de construcción de viviendas de emergencia como fomentando espacios de diálogo, acción y ejecución de planes de educación y oficios que apuntan al desarrollo comunitario.
+info:secundarios.argentina@techo.
María Paula Díaz: paula.dí[email protected]