“La educación es la clave para la inserción laboral futura”
En la búsqueda por mejorar y acompañar el sistema educativo argentino, Educar y Crecer apuesta a una educación de calidad para quienes más lo necesitan. Conversamos con su fundadora y directora ejecutiva, Magdalena Benvenuto, quien nos cuenta los principios y valores de la organización y nos inspira a repensar esa instancia vital de formación […]
En la búsqueda por mejorar y acompañar el sistema educativo argentino, Educar y Crecer apuesta a una educación de calidad para quienes más lo necesitan. Conversamos con su fundadora y directora ejecutiva, Magdalena Benvenuto, quien nos cuenta los principios y valores de la organización y nos inspira a repensar esa instancia vital de formación inicial para nuestras vidas.
por Tais Gadea Lara
¿Por qué surge Educar y Crecer?
Empezamos en 2007 siendo cuatro jóvenes universitarios con la idea de querer hacer algo por la educación. Sin una idea muy precisa en un primer momento. Éramos cuatro amigos con ganas de ayudar, pero hacerlo de una forma más formal. Armamos una asociación civil y alquilamos un ex cibercafé donde empezamos a brindar apoyo escolar tradicional. Teníamos amigos que prestaban su tiempo y venían como voluntarios a dar apoyo escolar a chicos en edad escolar de la Villa La Cárcova de José León Suárez (provincia de Buenos Aires). Allí, nos dimos cuenta de muchas fallas que tiene el apoyo escolar tradicional.
¿Cuáles son esas fallas?
En primer lugar, las expectativas de los docentes, los trabajos que les proponen a los chicos, muchas veces no se condecían con sus aprendizajes logrados. Por ejemplo, Martín tenía de tarea multiplicaciones y nos dábamos cuenta que el chico no reconocía los números del uno al 10. Entonces, básicamente uno le hacía la tarea, pero no le estaba enseñando nada porque tenía un aprendizaje previo que no había logrado. En segundo lugar, trabajar sólo con voluntarios era medio problemático porque quizás un martes un voluntario le había enseñado los números a ese chico y, al día siguiente, otro voluntario no tenía conocimiento de ellos. En tercer lugar, al final del año todos estábamos muy contentos de haber trabajado con los chicos, pero no teníamos idea si lo que nosotros habíamos hecho había impactado en sus aprendizajes, en su escuela, en su vida. De esa experiencia piloto, decidimos armar un programa de educación más formal que apoye la trayectoria escolar.
Ante ello, ¿cuál es el principal objetivo que cumple la organización?
El objetivo del programa creado es que se refuercen los conocimientos básicos que los chicos deberían tener en la escuela y que, en grados anteriores, no lograron. Para ello, desarrollamos un programa de Lengua y uno de Matemáticas porque creemos que son áreas clave que atraviesan toda la escolaridad. Seleccionamos los aprendizajes prioritarios que todos los chicos tendrían que tener dentro de estas dos áreas. Para cada una de ellas, definimos una serie de objetivos de aprendizaje basados en los materiales curriculares de la Nación y los formulamos de una manera muy clara, precisa y sistematizada con material didáctico. A partir de esos objetivos, desarrollamos actividades basadas en el contexto de chicos en situación de vulnerabilidad social. Realizamos evaluaciones estandarizadas que nos permitan medir el impacto de nuestros programas en los chicos. Finalmente, contratamos docentes expertos para que estén a cargo de la enseñanza porque consideramos que los chicos que más lo necesitan, deben tener a los mejores docentes.
¿Cuál es el método de aprendizaje diferencial que aplican?
La metodología de enseñanza de la escuela es más conductual, está muy basada en la repetición. Por ejemplo, hace un renglón de números uno, un renglón de números dos, un renglón de números tres. Nosotros enseñamos desde una perspectiva constructivista. Lo que tratamos de hacer es que los aprendizajes sean lógicos. Que el chico pueda aprender que 10 + 10 es 20 porque sabe que 1 + 1 es 2. Tratamos de utilizar construcciones más lógicas y no la repetición automática.
¿Qué respuesta tienen de los alumnos?
Nuestro centro en José León Suárez queda lejos del lugar donde los chicos viven, por lo que si vienen, es por elección propia. Tenemos una tasa de asistencia que se encuentra por encima del 80%. Incluso este año hay escuelas que optan por darles permiso a los chicos para que puedan completar la jornada diaria en nuestro centro, lo cual también quiere decir que la escuela cree en nosotros. Además, más de 39 centros educativos en Argentina se han acercado para pedir nuestros métodos de enseñanza y están implementando nuestros programas. La comunidad valora lo que hacemos.
¿Cuáles fueron los principales logros se han conseguido a lo largo de estos años?
En primer lugar, diseñar un material didáctico que sea apropiado para un chico en situación de vulnerabilidad. La metodología no está pensada como un problema político. El enfoque pedagógico tiene que ser distinto. En segundo lugar, poder contar con una medición del impacto, es decir, medir el progreso real de nuestros programas educativos con los alumnos.
¿Y qué desafíos presenta el contexto actual?
El primer desafío para una ONG siempre es el financiamiento, más en un año como éste que es recesivo y las empresas en donde primero recortan es en sus sectores de Responsabilidad Social Empresaria (RSE). El segundo desafío es tratar de llevar tanto la pedagogía para chicos en situación de vulnerabilidad como la evaluación a la agenda política. Hay una necesidad muy grande en Argentina de que se evalúen las prácticas educativas de manera sistemática y los resultados se reporten a la comunidad, para que sepa cuál es el nivel del colegio de sus hijos, el nivel educativo de su provincia. En especial, ello para reevaluar las propuestas, para generar cambios. Todos nos quejamos de que la educación en la Argentina es cada vez peor, pero si no sabemos a dónde está fallando la educación, no hay una manera de hacer un cambio significativo que es lograr mejorarla.
¿Por qué es clave mejorar la calidad de educación de los chicos y jóvenes argentinos?
La educación te permite adquirir aprendizajes significativos que vos después tenés que desarrollar en todas tus áreas de la vida cotidiana. Si vos no comprendés textos, si no tenés nociones básicas de operación o numeración, básicamente no te podés desenvolver en la vida. Si uno no logra esos aprendizajes en la primaria, no le vas a encontrar un significado en ir a la escuela. De hecho, las estadísticas dicen que el mayor porcentaje de chicos que deja la escuela es porque les resulta difícil. La educación es la clave para la inserción laboral futura. Alguien que no está escolarizado tiene problemas de acceso al mercado laboral.
¿CÓMO AYUDAR?
– Si tenés un alto grado de compromiso para asistir al menos una vez por semana a uno de los centros educativos, podés hacerte voluntario. Si conocés a alguien a quien pueda interesarle, contále!
– Podés, junto a amigos, compañeros de colegio o la familia, apadrinar a un chico por sólo $200 por mes. Así cubrirás los costos del programa garantizando su acceso a una educación de calidad.
– Participá activamente, con donaciones, con comentarios sobre la iniciativa entre tus amigos, con un compartir en las redes sociales.
Visitá www.educarycrecer.org y sumáte por más educación.