Empezar el año… sin estresarse
El inicio de clases, en la secundaria o la universidad, es un momento que se vive con alegría. Pero también las expectativas puestas en ello, la vuelta a la rutina y los exámenes pueden dar lugar a un comienzo con estrés. ¡A no desesperar! Te damos algunos consejos para que puedas disfrutar esta etapa del […]

El inicio de clases, en la secundaria o la universidad, es un momento que se vive con alegría. Pero también las expectativas puestas en ello, la vuelta a la rutina y los exámenes pueden dar lugar a un comienzo con estrés. ¡A no desesperar! Te damos algunos consejos para que puedas disfrutar esta etapa del año con energía positiva.
Cuando éramos chicos los preparativos previos al inicio de clases representaban mayor entusiasmo que las clases en sí mismas. Elegir la mochila, preparar los lápices en la cartuchera, probarse el guardapolvo o uniforme, el volver a reencontrarse con amigos luego de las vacaciones… cero estrés, 100% alegría. ¿Qué nos pasa a medida que crecemos y llega el secundario y la universidad? ¿Por qué vamos perdiendo esa alegría? ¿Por qué la fórmula comienza a invertirse y el estrés aumenta?
Es obvio que las responsabilidades no son las mismas. Ahora los exámenes son más difíciles, ahora las responsabilidades son otras, ahora la carga horaria aumenta, al igual que lo hace la complejidad de las materias. ¿Es eso motivo para ya iniciar el año estresados? ¡Claro que no! Cada año del secundario o la universidad deben vivirse con plenitud y energía positiva. Por eso, te damos algunos tips clave para que lo puedas disfrutar a pleno.
Planificar
Una buena planificación es la clave para estar preparados y poder organizarse. Los horarios de cursada, las fechas de los primeros exámenes, las entregas de trabajos prácticos. Son todos elementos que deben estar esbozados en un calendario para que los puedas visualizar y puedas organizar cada semana, mes, trimestre o cuatrimestre en base a ello. El secreto no está en simplemente ubicarlos en un calendario, sino en armar un accionar planificado para llegar cursar con tranquilidad en base a tus otras actividades, llegar tranquilos y a tiempo a los exámenes y poder tener tiempo de revisión de los trabajos prácticos. Hay aplicaciones para dispositivos móviles que son muy útiles en este sentido (algunas ya las compartimos en la sección de Tecnología de Provocación).
Definir objetivos concretos
No hay nada más relajante que tachar una actividad hecha. Lo dicen incluso los expertos. Tiene que ver con una estimulación psicológica de haber concluido una actividad, de haber logrado un propósito, de haber alcanzado un objetivo. Más allá de los exámenes, es bueno establecer objetivos propios para cada cursada: qué materia te interesa profundizar más, con qué profesor quieres dialogar, qué curso complementario te gustaría realizar. Establecer el objetivo y trabajar en función de ello. Y recuerda: al alcanzarlo, ¡no te olvides de tacharlo o marcarlo de alguna manera como ya realizado!
¡Distraerse!
No todo en la secundaria y la universidad tiene que ser estudio. Es una parte importante, pero para que no lleve al estrés, es fundamental que la combines con acciones de ocio. Realizar una actividad física o practicar un deporte, pasar tiempo con amigos, practicar un hobby. Dedicar un breve tiempo al día a estas cuestiones se convertirá en estímulos de relajación para tu cuerpo, e incluso te permitirán luego concentrarte más en el estudio. Incluí estas actividades en tu planificación para que no te olvides que distraerse… ¡también es importante!
Aprender a conocerse
Nadie te conoce mejor que vos. Y es importante que escuches las señales de tu cuerpo para evitar el estrés. Por ejemplo, si sos de las personas que se pone muy nerviosa ante un examen, intenta realizar algunos ejercicios de relajación, previo a rendir, o elegí una playlist de música tranquila en el camino a la institución educativa. La escuela y la universidad son de los momentos más inolvidables de tu vida, disfrutarlos a pleno, incluso cuando se trata de un examen, es la clave para prepararte luego en tu actividad profesional.