El desafío de adaptar la Universidad a la cuarentena
En un contexto en el que las instituciones educativas debieron tomar decisiones rápidas, el ITBA pudo adaptarse al formato online: abrió un aula virtual por cada curso. El resultado no es inesperado, desde hace cuatro años trabaja en conjunto con todos sus departamentos para implementar las clases virtuales. La emergencia sanitaria del COVID-19 llevó a […]
En un contexto en el que las instituciones educativas debieron tomar decisiones rápidas, el ITBA pudo adaptarse al formato online: abrió un aula virtual por cada curso. El resultado no es inesperado, desde hace cuatro años trabaja en conjunto con todos sus departamentos para implementar las clases virtuales.
La emergencia sanitaria del COVID-19 llevó a que las Universidades, entre otras entidades, deban reformular las maneras de continuar con su función educativa. El ITBA, es sin duda uno de los casos destacados, prosiguió con el dictado de clases tanto en sus cursos preparatorios, como en las carreras de grado. Y de esta manera, registró un número máximo de 4518 salas virtuales activas y 4317 alumnos, docentes y colaboradores conectados.
Si bien la Universidad no esperaba una situación como la actual, la migración fue posible gracias a un proceso de reformulación tecnológica y pedagógica. En 2016, la universidad comenzó con el proceso de transformación digital. En ese marco implementó el plan estratégico “Reboot de TI” para renovar los servicios informáticos de la institución. Además,ese mismo año lanzó el Campus ITBA basado en la plataforma Blackboard,que permitió que cada uno de los cursos cuente con herramientas de colaboración y videoconferencia.
Por su parte, desde hace varios años el ITBA realiza jornadas de innovación educativa para capacitar a sus docentes en el desarrollo y gestión de sus cursos en la modalidad virtual, entre otras tareas pedagógicas de actualización. Esta tarea es llevada a cabo por el Departamento de Calidad e Innovación Educativa, que se encarga de contribuir a a la transformación y mejora continua de los procesos curriculares y educativos que se desarrollan en la Universidad.
“La migración se logró muy rápidamente y de manera exitosa, y la experiencia está arrojando resultados positivos. Sin dudas, servirá para relevar buenas prácticas, dificultades y aspectos a mejorar por si en el futuro se desea avanzar con la creación de alguna propuesta formativa en la modalidad blended o completamente a distancia”, destacó la Mg. Florencia Moore, Directora del Departamento de Calidad e Innovación Educativa.
Por otra parte, siguiendo el plan de Reboot, se implementó una aplicación móvil, donde se refleja la actividad académica del alumnado y se encuentran funcionalidades para facilitar la experiencia en la universidad. Entre ellas, se destaca la virtualización de todos los laboratorios de computadoras y todas las aplicaciones, que funcionan en la nube, por lo que el impacto de no concurrir a las sedes fue menor.
A su vez, para lograr un crecimiento rápido en servicios y mejoras, se adoptó un enfoque cloud first, que privilegia el uso de servicios informáticos en las diferentes nubes públicas por sobre la compra de infraestructura física.
“Considerar que el proceso de aprendizaje se limita únicamente al momento en que un estudiante coincide en un aula con un profesor, es desperdiciar un montón de oportunidades. Si bien nosotros no somos ni queremos ser una universidad virtual, nuestra estrategia es utilizar lo virtual para mejorar lo presencial”, señaló el Ing. Javier Apat, Director del Departamento de Tecnologías de la Información de la Universidad.
También se trabajó con los equipos de gestión de la universidad: los sistemas administrativos fueron renovados para poder acceder de forma online para pagar, cobrar y liquidar sueldos desde cualquier ubicación.
De esta manera, el ITBA brindó un salto cualitativo al futuro como parte de un proceso fundamental y necesario en una época de transformación digital.