Benja Rojas vocación todoterreno
¿Cómo encontró su vocación Benja Rojas? Hay personas a las que les cuesta encontrar la vocación, otras que sienten que todo podría ser su vocación y están a los que la vocación los encuentra directamente a ellos. Este último caso es el que le tocó vivir a Benja Rojas, actor de larga trayectoria en la […]

¿Cómo encontró su vocación Benja Rojas?
Hay personas a las que les cuesta encontrar la vocación, otras que sienten que todo podría ser su vocación y están a los que la vocación los encuentra directamente a ellos. Este último caso es el que le tocó vivir a Benja Rojas, actor de larga trayectoria en la pantalla chica, teatro y cine, y que ahora pisa cada vez más fuerte con su banda RoCo. En esta entrevista nos cuenta cómo fue descubriendo sus pasiones y se animó a desarrollar todo el talento que llevaba dentro.
Empezaste a trabajar de muy chico en la tele. ¿Cómo llegaste a la actuación?
Fue una casualidad, una situación extraña. Un tío mío que es fotógrafo vio que mi hermana y yo éramos fotogénicos y nos hizo unos retratos. Después se le ocurrió llevarlos a una agencia en Buenos Aires y a partir de ahí nos empezó a llegar información de castings y él se encargó de llevarnos. Para mí era toda una aventura irnos en tren de donde vivíamos en La Pata hasta Buenos Aires para cada casting.
¿Y cómo te fue en esos primeros castings?
¡No gané un sólo casting! (risas)
¿Entonces cómo llegas a la tele?
Como ya me había cansado de viajar, les dije a mis papás que había decidido hacer un sólo casting más y en ese terminé quedando. Era para un comercial del Parque de la Costa que lo filmaba un director de Cris Morena y él le pasó mis datos. Así llegué a Chiquititas.
¿El colegio siempre lo mantuviste firme?
Sí, el colegio siempre fue prioridad, podía hacer lo que quisiera pero después del horario del colegio. Eso me dio la oportunidad de no perder a mis compañeros.
¿Tuviste la suerte de encontrar la vocación o que la vocación te encuentre?
(Risas) ¡Más la segunda! Todo empezó como un divertimento, después siguió inercia y cuando terminé el secundario, que es una bisagra, me di cuenta de que esto me apasionaba y lo elegí. Elegí realmente crecer en mi carrera.
¿Te costó tener tanta exposición de un momento para otro?
Los primeros meses me hacía el que no era el de la tele y la gente dudaba cuando me veía, pero después fue imposible. Ser observado me parece que es una actividad a la que nadie está acostumbrado, uno siempre busca privacidad, casa, familia, etc. Siempre traté de no tener que salir a la luz, estar tranquilo, no buscar ese despelote extra que trae la tele, simplemente utilizarlo para mi carrera, para mi trabajo.
Te pasó un poco a la inversa de muchos adolescentes que están en la tele y se terminan creyendo el personaje…
Sí, yo no tengo una personalidad de líder, de asomar la cabeza, me gusta más compartir y tratar de estar en el mismo lugar de todos. La televisión inevitablemente te empuja para arriba, te hace sobresalir aunque no quieras. Hoy, por ejemplo, mis amigos siguen siendo los del colegio y del club.
Siguiendo con el tema de la fama, cuando llegó la etapa de Rebelde Way explotaron por completo, sobre todo en Israel. ¿Qué recordás de esos momentos?
Esos viajes es el costado que también se disfruta, el día a día me costaba pero poder viajar, ir con un grupo de gente que eran como 20 amigos del colegio y de la misma edad, fue inolvidable. Me acuerdo que cuando llegamos a Israel, el avión frenó y había un vallado con gente alrededor del avión. Los mismos pasajeros miraban y se preguntaban: “¿y estos quiénes son?”. Era como los videos de los Beatles cuando llegan a Estados Unidos por primera vez, no podíamos creerlo.
Después hiciste mucho cine independiente, ¿Se podría decir que la tele es lo que te da de comer y el cine más placer personal?
Totalmente. Yo lo grafico así: en uno facturás económicamente y en el otro artísticamente, lo que no quita que en la televisión no se disfruta lo artístico, pero sí es más una fábrica. Al hacer cosas independientes, hay otros ritmos y prioridades que me nutren. Lo mismo pasa con el teatro.
Con tu banda RoCo abriste una nueva veta artística. ¿Cómo llegaste a la música?
Vino por la actuación, en un momento en Rebelde Way me tocó interpretar un personaje que era guitarrista y yo no sabía un “catso” de nada, empecé a tomar clases y me fascinó.
En su momento con Rebelde Way tocaban para 10 mil y ahora es como arrancar de cero, como cualquier banda…
Sí, con Rebelde tocábamos para 10 mil personas, hacíamos giras, íbamos a hoteles cinco estrellas y viajábamos en primera. Ahora vamos a tocar a bares y boliches del interior de la provincia y es un poco lo que buscábamos, empezar por ahí y con algo nuestro, que tenga todos los pasos que tiene que tener, de abajo y de a poquito.
¿Qué les dirías a los chicos que están por salir del colegio y empezando a buscar la vocación?
Les diría que entiendo a los que todavía no saben qué hacer, que tener que elegir una carrera a los 17 o 18 años, asegurarte que eso te va a gustar dentro de 30 años es una fantasía. Tienen que hacer lo que les guste hoy y bancarlo a muerte, y si se meten en algo y se dan cuenta de que no es lo que querían, está bien que cambien y que investiguen para dónde ir. A veces cambiar de carrera está mal visto pero a mí no me parece así, pienso que si tenés que cambiar, gracias a Dios te diste cuenta temprano. Tienen que probar y darse cuenta si les gusta y seguir y darle para adelante.